Últimamente se ha escrito mucho sobre cómo mejorar la productividad en todos los niveles y situaciones de nuestro día a día, pero muchas veces se pasa por alto qué es lo que NO nos ayuda a mejorarla. A veces, pensamos que ciertos ejercicios y acciones nos ayudarán, pero los estudios han demostrado todo lo contrario.
Por lo tanto, ¿qué cosas frenan nuestra productividad?
Pausas. Hacer pausas cada hora y media de trabajo o dos horas no solo es bueno, sino que es completamente necesario. No obstante, no conviene abusar de ellas, de lo contrario estaremos desatendiendo nuestro trabajo y perderemos tiempo que luego deberemos recuperar con horas extras y estrés.
Reuniones. Las reuniones es mejor realizarlas en las primeras horas de la jornada, de lo contrario, si las realizamos al final acumularemos el cansancio de toda la jornada y serán poco productivas.
Relaciones. Siempre es conveniente separar la relación personal de la profesional para que las reuniones no se conviertan en conversaciones de amigos sin profesionalidad, ni autoridad.
Horarios. Muchas veces los cambios de última hora nos obligan a hacer horas extras. Si teletrabajamos no nos causará muchos problemas ya que podremos conciliar mejor la vida profesional y la personal.
Promoción. Permanecer durante años desarrollando el mismo trabajo es algo que no solo reduce nuestra productividad, sino que también desmotiva. Conocer las condiciones de contratación y promoción nos ayudará en nuestro día a día.
Programas. Utilizar programas o sistemas operativos anticuados limitará muchas veces nuestro trabajo en términos de recursos y acabados. Invertir en software es invertir en nuestro trabajo y los resultados serán más que satisfactorios.
Autonomía. Muchas veces la hoja de ruta viene marcada desde dirección y/o de las oficinas centrales. Esto hace que rara vez nos podamos salir de la línea y ser proactivos. ¿Solución? Ser lo más creativos posibles hasta que podamos tener más manga ancha.
A grandes rasgos estos son los factores que más se repiten entre los trabajadores. ¿Qué es lo que frena tu productividad?
Por lo tanto, ¿qué cosas frenan nuestra productividad?
Pausas. Hacer pausas cada hora y media de trabajo o dos horas no solo es bueno, sino que es completamente necesario. No obstante, no conviene abusar de ellas, de lo contrario estaremos desatendiendo nuestro trabajo y perderemos tiempo que luego deberemos recuperar con horas extras y estrés.
Reuniones. Las reuniones es mejor realizarlas en las primeras horas de la jornada, de lo contrario, si las realizamos al final acumularemos el cansancio de toda la jornada y serán poco productivas.
Relaciones. Siempre es conveniente separar la relación personal de la profesional para que las reuniones no se conviertan en conversaciones de amigos sin profesionalidad, ni autoridad.
Horarios. Muchas veces los cambios de última hora nos obligan a hacer horas extras. Si teletrabajamos no nos causará muchos problemas ya que podremos conciliar mejor la vida profesional y la personal.
Promoción. Permanecer durante años desarrollando el mismo trabajo es algo que no solo reduce nuestra productividad, sino que también desmotiva. Conocer las condiciones de contratación y promoción nos ayudará en nuestro día a día.
Programas. Utilizar programas o sistemas operativos anticuados limitará muchas veces nuestro trabajo en términos de recursos y acabados. Invertir en software es invertir en nuestro trabajo y los resultados serán más que satisfactorios.
Autonomía. Muchas veces la hoja de ruta viene marcada desde dirección y/o de las oficinas centrales. Esto hace que rara vez nos podamos salir de la línea y ser proactivos. ¿Solución? Ser lo más creativos posibles hasta que podamos tener más manga ancha.
A grandes rasgos estos son los factores que más se repiten entre los trabajadores. ¿Qué es lo que frena tu productividad?
